¿Cómo vestir a un niño para esquiar?

Los niños y el esquí

«No es tan importante cuándo empieza un niño a esquiar, sino cómo lo hace.»

Queremos que los niños disfruten de la montaña, de la nieve y, posteriormente, del esquí. La intención es que les guste el entorno, que amen este deporte y que quieran volver y seguir aprendiendo. Si sois padres, entenderéis que no hay nada más gratificante que ver a tus hijos hacerse mayores y seguir esquiando «detrás» de ti.

El primer contacto con la nieve

No tiene por qué ser para «aprender a esquiar». Lo que solemos aconsejar es que el primer día jueguen, hagan muñecos de nieve o se tiren en trineo. Lo más importante del primer contacto es, por un lado, la adaptación al nuevo medio que es la nieve y, por el otro, sobre todo la diversión.

Es muy importante que el niño se inicie jugando y que no sienta la obligación de esquiar; nunca hay que forzarlo a empezar. Una vez que quiera empezar, puede iniciarse en el deporte con un profesional, ya sea dentro o fuera del jardín de nieve, en clases particulares o acompañado en colectivas

La meteorología

Debemos elegir bien el primer día: un día soleado y no muy frío, si queremos que le guste y quiera repetir. La climatología debe acompañar; pocos niños disfrutan de esquiar mojados mientras llueve o nieva durante los primeros días, o si hace demasiado frío.

La equipación

El éxito de una experiencia inolvidable en la nieve para los niños, en gran parte, se debe al equipo. Estar bien equipados es la clave fundamental para que ellos se encuentren bien.

¿A qué edad puede empezar un niño a esquiar?

En Nomad hemos enseñado a pequeños desde los 2 años recién cumplidos hasta niños de 4 años. Todo depende del carácter, vitalidad y actitud del pequeño. Los niños muy pequeños pueden empezar a andar con esquís de juguete y botas «apreskis», ya que en esta etapa no es recomendable una bota rígida. El primer contacto debería ser mantenerse encima de los esquís y dar los primeros pasos. Una vez que el pequeño ya se sienta confiado con el material, comienza el inicio al descenso y la técnica del esquí.

¿Cuál es el material necesario para niños que van a esquiar?

Mientras que recomendamos el alquiler o recompra de material en botas y esquís para niños, en la ropa (aunque haya que cambiarla cada año porque se les quede pequeña) no se debería escatimar, ya que es prioritario que el niño esté protegido del frío y el material no cale, pues estarán en continuo contacto con la nieve.

Las condiciones climatológicas en pistas son las mismas para ellos que para nosotros. A los niños se les debe equipar igual de bien que a los adultos. ¿Cuántas veces los niños se quejan en la nieve, bien por el frío, por el calor, porque les hacen daño las botas o porque no se pueden ni mover? Para que su experiencia sea lo más grata posible, a continuación, os daremos unos consejos para equipar debidamente a los niños en la nieve.

Consejos para equipar a los niños en la nieve

1. Ropa interior térmica:

Uno de los errores más frecuentes para vestirles es ponerles ropa de algodón en contacto con la piel. El algodón es el peor enemigo del frío, ya que es la prenda menos transpirable, y es evidente que los niños juegan, se mueven y también sudan. Evita ponerles algodón en contacto con la piel y cámbialo por mudas térmicas. Éstas mantienen la temperatura corporal y favorecen la transpiración, evitando así que se queden fríos cuando están parados. La primera capa con la que se les debe vestir son las térmicas: camisetas y pantalones.

2. Segunda capa:

Es aconsejable un forro polar como segunda capa. Hoy día los polares han mejorado notablemente. Van más ajustados al cuerpo para mantener bien el calor corporal y están hechos de fibras térmicas transpirables. Los más habituales son los forros polares de media cremallera o bien de cremallera entera. Si las temperaturas son extremadamente bajas, tampoco será excesivo meterles una tercera capa, como un chaleco o algún jersey técnico de tipo primaloft, siempre ligero para favorecer los movimientos. También depende mucho del tipo de anorak que utilice, ya que si éste lleva relleno, puede que no sea necesaria esta tercera capa aunque haga mucho frío. Es importante tener claro que no deben pasar frío en la nieve, pero tampoco es bueno abrigarlos en exceso, porque si pasan mucho calor sudan y el sudor suele ser el mayor causante de frío en aquellos momentos en los que están parados, como en el telesilla.

3. Chaqueta y pantalón:

Es de gran importancia que la chaqueta y el pantalón sean impermeables y transpirables, tanto en adultos como en niños. Al comprar las capas exteriores debemos fijarnos en que las costuras estén selladas, para evitar que entre agua. Sí que es cierto que las prendas deben aguantarles por lo menos dos temporadas (los niños crecen con una rapidez exagerada), pero el exceso de talla puede hacer que las prendas pierdan sus prestaciones técnicas. Por eso, en la tienda DAFFI de Barcelona (www.daffi.com) te recomendamos ciertas prendas especializadas para niños, que poseen sistemas de ajuste al crecimiento en chaquetas y pantalones (son extensibles). Es importante fijarse en la impermeabilidad; recomendamos un mínimo de 10,000 K (esto se expresa normalmente en términos de cuántos gramos de vapor de agua pueden atravesar un metro cuadrado de tejido desde el interior hacia el exterior en 24 horas). En el caso de un tejido de 20K (20,000 g), esto sería 20,000 gramos. Para que tengáis una idea, una buena prenda de esquí de adulto estaría en 15 a 20K mínimo. De modo que los pequeños (que pasan más tiempo en contacto con la nieve, ya sea por caídas o jugando), deberían llevar un mínimo de 10K.

4. Calcetines térmicos:

Los calcetines también son muy importantes en los niños para el encaje perfecto entre el pie y la bota. Hay que procurar que las mallas térmicas les queden justo por debajo de la rodilla y los calcetines sin arrugas, para evitar rozaduras. Hay calcetines de muchos tipos y materiales, con talón reforzado y protecciones para evitar rozaduras, de lana o fibra sintética (siempre térmicos, variará el calor que aportan al pie), entre otros. No olvides el famoso «Buff», que evitará rozaduras en la barbilla y les resguardará del frío y la nieve.

5. Casco y protección:

El casco es obligatorio y absolutamente necesario. No solo les protegerá de sus caídas, sino que puede evitar contusiones si son embestidos por otros esquiadores de más peso. El casco debe ser de su talla; no debe ir muy prieto porque acabará causándoles dolor de cabeza, ni muy grande, ya que si se les mueve las gafas de ventisca acabarán por taparles la nariz y no podrán ni respirar. Puedes poner un adhesivo en el casco con su nombre y un teléfono de contacto, así el niño irá siempre identificado para facilitar su localización. En el caso de los niños, el gorro es solo para cuando terminen la jornada de esquí. Protégeles la espalda con una tortuga, las hay hasta para niños de 3 años. ¡La espaldera es igual de importante que el casco!

6. Máscara o gafas de sol:

La máscara o gafas de sol deben ser de categoría 3 y es preferible probarles el casco y la máscara antes; es muy importante que encajen bien para que puedan esquiar lo más cómodos posible. Los guantes también deben ser impermeables y transpirables. Se aconseja llevar un par de guantes a pistas: unos para esquiar y otros para jugar durante el descanso, momento en el que quedarán completamente empapados y resultará difícil y molesto volver a esquiar con las manos tan mojadas. En niños pequeños es más recomendable el uso de manoplas, debido a que resulta difícil meterles los 5 dedos en un guante y, lo más importante, en ellas las manos se mantienen más calientes.

7. Protección solar:

No se debe olvidar ponerles crema de alta protección solar, para evitar quemaduras y que se les reseque en exceso los labios y la piel (mejor aplicarla media hora antes de subir a pistas).

8. Esquís y botas:

Los esquís no deben ser excesivamente grandes; lo perfecto es que les lleguen a la altura de los ojos. En numerosas ocasiones, los padres queréis que los esquís «duren más de una temporada», y eso es un error, porque al comprarles unos esquís largos se evita un aprendizaje óptimo en la nieve. Con nuestra fórmula para niños no os hará falta comprar esquís más grandes de su talla: ¡podéis renovar cada año a mitad de precio! Las botas tampoco tienen que ser gigantes, como mucho un número más del pie que tengan, con que les duren dos temporadas es suficiente.

9. Provisión de energía:

Un snack y agua para no perder fuerza en pistas, es clave para estar feliz y con energía durante todo el día.

Una vez hecha la maleta con toda la ropa necesaria, no olvides lo más importante: los esquís, las botas y los bastones. Recuerda que las botas tienen que estar correctamente ajustadas al esquí y la fijación al peso correspondiente y a su nivel (¡Así evitaras las lesiones!)

¿Alguna pregunta? No dudéis en consultarnos, os ayudaremos en lo que necesitéis con nuestros conocimientos y experiencia, y recordad… ¡una buena equipación es la mayor garantía para que vuestros hijos disfruten esquiando!.

Divertíos con ellos y, sobre todo, que ellos ¡disfruten de la nieve!