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Adrenalina y VIDA.

Al ser el primero en flotar por encima de la nieve polvo, descender una pista recién pisada a primera hora de la mañana, querer encadenar un proyecto de escalada, bajar un descenso en bici con el terreno en perfectas condiciones, dejarlo TODO por aprovechar esos 17 nudos, remar la mejor ola de la serie.

“La idea”

Desde pequeña empecé a esquiar, y luego a navegar. Solía combinar el esquí y el windsurf, y más tarde me inicié en la escalada y la bici.

Progresión deportiva con distintos entrenadores y grupos de amigos. Me voy con el “grupo” de windsurf, el de escalada, el de esquí, el de bici, el de gimnasia… Ninguna queja, he sido una afortunada. Pero poco a poco, muy poco a poco lo fui más: conseguí compartir la bici, la escalada, el kite y el esquí con el mismo grupo de amigos.

Algo inusual y MUY valioso, tanto, que cuando lo encuentras lo llamas familia.

En ese punto, después de tomar la costosa decisión de apartar el mundo de la biomedicina dejándola como “plan b” y centrarme en la educación y el deporte, me pregunté: ¿y si consiguiera ir más allá?

Proporcionar a una comunidad deportiva la oportunidad de compartir la combinación de deportes que llevamos practicando décadas.

Fusionar nuestras pasiones y poder transmitirlas con calidad profesional a los alumnos, para brindar la oportunidad de practicar más de un deporte con la misma comunidad y los mismos técnicos deportivos. Un club multi-deporte los 365 días del año.

Una familia de técnicos de esquí, escalada, bici, vela y alta montaña que acaban creando la identidad de: Nomad. Una escuela en movimiento, que persigue las condiciones óptimas para practicar diferentes deportes en un mismo escenario: la naturaleza.

“La cabra tira al monte” dicen. Y es que por más que tratemos de sortear nuestras raíces, estas siguen ahí: Daffi fue de los primeros en fusionar deportes de nieve y viento en una misma tienda física. ¿Existían más windsurfistas y esquiadores a parte de él?. Esa misma reflexión nos planteábamos nosotros hace unos años, y decidimos añadir nuestras máximas pasiones a la ecuación.

¿Locura? ¿Ilusión? ¿Pasión? Cual sea de ellas es bienvenida y viene acompañada de transmisión de conocimientos, calidad, comunidad, trato próximo y una fuerte intención de cuidar la naturaleza, que es la que nos permite vivir estos deportes, lo que más amamos.

“Gente Nomad”

Laia Sol: la idea.

Supongo que este “enganche” y fanatismo con la nieve y el mar me han perseguido desde pequeña, así que no era mayor de edad que ya tenia decidido que sería profesora de esquí y de windsurf. Lo consideré una herramienta para complementar mi vida de estudiante y luego profesional en Barcelona, y sobretodo una excusa para permitirme subir todos los fines de semana a esquiar. “Debía subir porque tenia trabajo” ¡la mejor excusa!.

Más de 6 años compaginando mi vida profesional en la ciudad con la vida profesional en el mundo del deporte, pero en mi cabeza siempre se repetía el mismo planteamiento: ¿qué me hace realmente feliz?

Me convencí a mi misma de que iba a ser solo un año… una especie de año sabático en el que haría temporada de invierno en el Valle de Arán. Y así lo excusaba: “solo será un año”.  Aún recuerdo una conversación en el telesilla con un gran amigo esquiador que me dijo: cuidado Laia… ¡cuando empiezas ya no puedes dejarlo!.

Escalé profesionalmente en el mundo de la Biomedicina y la docencia, pero puse más entusiasmo y pasión en el mundo del esquí, y así fue como las montañas y la enseñanza a través del deporte me hicieron cambiar el rumbo.

Ana Picher: el codo con codo.

Mi pasión siempre ha sido el medio natural, la montaña y el mar. Estudié ingeniería ambiental para convertir esa pasión en profesión y trabajo en el sector del medioambiente, pero no en le medio natural. Llevo 8 años haciendo temporada en Baqueira, lugar en el que he encontrado una “familia” de la que Laia forma una parte muy importante. Este invierno pasado hablando con ella me contó el proyecto que tenía en mente, el embrión de Nomad. Muchas noches hablando de su idea y de como hacerla realidad, tanto, que poco a poco pasé a sentirme parte del proyecto. Una escuela con ilusión y valores que van más allá de vender productos, con esencia de sostenibilidad, compañerismo, aprender creciendo y compartir.

Nomad es “ese proyecto” que llevaba buscando toda la vida, que me brindaron como oportunidad para que dejase de ser un sueño y se convirtiera en una realidad.

Xavier Raventós: el guía.

Ya de bien pequeño mis padres me enseñaron a amar lo que hago y me aconsejaron buscar un trabajo que me apasionara, así nunca lo aburriría. Siempre me gustó mucho el deporte y la naturaleza y fui buscando caminos para poder juntar estos dos ámbitos. Empecé con la bici y el esquí, luego llegó la escalada y finalmente la universidad.  Allí fue donde descubrí el verdadero potencial que tiene el deporte para ayudar a la gente a crecer personalmente, y para coger consciencia de nuestro cuerpo a través de los pensamientos.

Entonces llegó la oportunidad: Laia me planteó empezar el proyecto juntos. Yo no las tenía todas… no me sentía del todo preparado. ¿Me superaría la situación? “hay que ser valiente y superar esos miedos” me dije, así que me lancé. Era la oportunidad que había estado esperando para poder trabajar en lo que me gusta, transmitiendo los conocimientos que más me apasionan, y pudiendo ayudar a la gente a conocerse un poco más (aquellos que quieran).

“El blog”

A través este blog pretendemos compartir las aventuras de esquí, montaña y mar que sucedan en Nomad.  Acercaros nuestras mejores experiencias en el mundo del deporte, desde aventuras vividas en la montaña, novedades del sector, conversaciones con personajes señalados, temas relacionados con la estación de Baqueira Beret…  ¡además de todo aquello que propongáis!

¿La intención? Tratar de informar y contagiar la felicidad que nos genera a todos el deporte y sus aventuras.